¿Cómo puede una sola voz cambiar la historia musical de un lugar? ¿Cómo puede una canción convertirse en el símbolo de todo un pueblo?
El 20 de mayo de 1959 nacía en la isla de Oahu, Hawái, un artista que no solo marcaría la música de su tierra natal, sino que dejaría una huella imborrable en el corazón del mundo: Israel Kamakawiwo'ole, conocido cariñosamente como IZ o “el Gigante Gentil”.
Su historia, su música y su mensaje siguen más vivos que nunca.
Un Niño Hawaiano con un Ukelele y un Sueño
Criado en el barrio de Kaimuki, rodeado por la naturaleza y la espiritualidad de la cultura hawaiana, Israel creció en un ambiente donde la música era una extensión del alma. A los 11 años ya tocaba la guitarra y el ukelele, inspirado por íconos locales como Peter Moon y Don Ho.
Junto a su hermano Skippy y otros jóvenes apasionados, formó The Makaha Sons of Niʻihau, un grupo que revitalizó la música tradicional hawaiana con un estilo moderno, cautivando al público local durante más de una década.
La Tragedia que Transformó su Voz
En 1982, la muerte de su hermano marcó un antes y un después. A partir de entonces, la música de Israel adquirió una profundidad emocional aún más intensa. Sus letras hablaban de paz, de amor familiar, de la belleza de Hawái y de la necesidad de preservar su cultura frente al olvido.
En 1990, comenzó su carrera como solista con el álbum Kaʻanoʻi. Pero sería su segundo disco, Facing Future (1993), el que lo catapultaría a la inmortalidad.
“Somewhere Over the Rainbow”: La Canción que Le Dio la Vuelta al Mundo
Con apenas un ukelele y su voz suave y poderosa, Israel creó una versión inolvidable de dos clásicos: “Somewhere Over the Rainbow” y “What a Wonderful World”. La grabación, sencilla y cargada de emoción, se volvió un fenómeno global.
Esa canción ha acompañado a millones en momentos especiales, sonando en películas como:
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Y en incontables bodas, funerales, homenajes y comerciales. Porque su interpretación trasciende idiomas y culturas, como un susurro del alma de Hawái al oído del mundo.
Más que un Cantante: Un Símbolo de Resistencia
Pero Israel no solo era un músico excepcional. Fue también un activista comprometido con la independencia de Hawái y con la defensa de su identidad cultural. Este activismo generó tensiones con las autoridades estadounidenses, lo que limitó su exposición en los medios norteamericanos. Aun así, su música cruzó fronteras por su valor artístico y emocional.
Su imponente figura, que llegó a pesar más de 340 kilos debido a un trastorno metabólico, nunca le impidió transmitir un mensaje de esperanza y ternura. Su apodo, el Gigante Gentil, no era casual: su grandeza no estaba en el cuerpo, sino en el alma.
El Adiós Más Emotivo de la Historia de Hawái
El 26 de junio de 1997, a los 38 años, Israel falleció debido a complicaciones cardíacas. Su muerte conmocionó a todo el archipiélago.
Fue velado en el Capitolio del Estado en Honolulú, una distinción reservada solo para los más grandes héroes de Hawái. Su ceremonia de despedida fue algo nunca antes visto: su ataúd fue colocado sobre una balsa tradicional, empujada mar adentro mientras más de 10.000 personas lo acompañaban nadando, remando o desde la orilla, cantando sus canciones.
El océano lo recibió como lo que era: un hijo eterno de la isla.
El Legado de Israel Kamakawiwo'ole
Hoy, Israel Kamakawiwo'ole sigue vivo en cada nota de su música. Su voz aparece cuando más se necesita paz. Su ukelele resuena cuando el mundo necesita esperanza. Y su historia nos recuerda que un artista puede ser también un faro para su pueblo.
Escuchar a IZ no es solo disfrutar de una canción, es conectar con el espíritu de un paraíso que aún canta.
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